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"KUN AGÜERO ME DELATÓ", CUENTA PEDRO, EX-JUGADOR DE LA CANTERA DEL ATLÉTICO DE MADRID

  • Steffi Sala
  • 28 abr 2016
  • 9 Min. de lectura

Pedro Sala, alias Pipo, empezó jugando a fútbol con 5 años en su entorno más cercano en Barcelona. Por motivos laborales de su padre, la familia se fue a vivir a Madrid y ahí siguió su carrera futbolística en un equipo al lado de su domicilio. Fue fichado más adelante para jugar en los juveniles del segundo mejor equipo de la liga española actualmente: el Atlético de Madrid. Durante los años que estuvo, tuvo la suerte de poder entrenar dos veces con estrellas como Forlán, Filipe Luis, Kun Agüero u otros. Actualmente ya no se dedica a este deporte, pero tiene claro que quiere dedicarse al fútbol en el ámbito empresarial.


¿Cómo y dónde empezaste a jugar a fútbol?

Empecé jugando en el Colegio Alemán de Barcelona con la edad de 5 años y eso, compaginándolo con los dos meses de verano que daba clases de fútbol sala en Begues, me dio la educación futbolística que yo necesitaba de base. Ahí estuve hasta las 12 años.


¿Por qué te mudaste a Madrid y empezaste a jugar en el equipo madrileño Adarve? ¿Cuántos años tenías entonces?

Tenía 14 años. Hice en junio de 2006 las pruebas con el Barça para fichar por el Cadete. No salió del todo bien y entonces me salieron dos opciones: El Hospitalet y el Badalona; que eran de los dos mejores equipos de Barcelona en ese momento en cuanto a cantera. Me decidí por el Hospitalet, lo que pasa es que por el trabajo de mi padre toda la familia tuvimos que mudarnos a Madrid. Por lo tanto, en el Hospitalet lo que hicieron fue decir “ya que tu familia se va 2 años (porque en principio iban a ser dos años y luego volver), de momento te buscamos un equipo y luego ya volverás” y encontraron dos equipos: Santa Ana y Adarve. Como el Adarve quedaba más cerca de casa y parecía mejor club, nos quedamos ahí mi hermano y yo.


¿Cuándo te fichó el Atlético de Madrid? ¿En qué categoría empezaste ahí?

Me fichó en 2008. Yo era Cadete A y después de jugar dos grandes partidos contra ellos, me empezaron a seguir y en abril ya me ofrecieron el contrato.

Es decir, ¿no tuviste que pasar una prueba?

No, me ficharon directamente. Empecé en la categoría Nacional, que es lo que toca en Juvenil, y luego ya pasé a División de Honor.


¿Cómo te sientes cuando te comunican que quieren que juegues en un equipo de esta categoría?

Primero no te lo crees la verdad. Vives en una nube y sí que es verdad que estaba haciendo una gran temporada y realmente me esperaba que tal vez algún interés de algún equipo pudiera salir, pero que sea el Atlético pues ya es un gran paso, ¿no? Además, ya das el salto de Cadete a Juvenil, que es la etapa previa a lo profesional, y se me abrían las puertas de manera muy clara para empezar a seguir mi sueño de convertirme en futbolista. Por lo tanto, fue una ilusión enorme y un poco entre sorpresa y orgullo, sobre todo.

¿Cómo es el ambiente en un equipo así? ¿Mucha competividad?

El primer año fue muy duro. El cambio lo noté muy drásticamente porque el Adarve era como una familia de amigos de barrio y había un gran ambiente incluso con el entrenador. Todo era muy cercano. En cambio, el primer día nada más llegar al Atlético de Madrid, me encuentro que hay una gran distancia entre el entrenador y los jugadores, que no hay mucha comunicación, que entre los jugadores, obviamente sigue siendo un equipo de futbol y habrá un grupo de amigos, pero sí que ya se empezaba a notar que cada uno luchaba por un puesto. El de al lado tuyo quería tu puesto y si tenia que darte una patada te la daba. O sea no tenía ningún problema y palabras las justas. Al final pasé de convertirme en un jugador de fútbol a casi ya uno profesional.


¿Has tenido alguna lesión a lo largo de tu carrera de gran importancia?

Sí. El segundo año tuve una pubalgia. Estuve fuera de los campos unos 3 meses y eso no me permitió ir al Mundialito de Clubs, que se jugaba en Madrid contra grandes equipos como Boca Juniors o Sao Paulo y que salía por la tele. Por culpa de esa lesión no pude participar en ese torneo.


Luego, al año siguiente, en el Juvenil A la lesión que cambió mi carrera: me fracturé la tibia en un entrenamiento a mitad de temporada cuando las cosas estaban yendo mejor que nunca. Me perdí el resto de la temporada y, después de que me dieran la baja obvia en el Atlético, me lo volví a romper seis meses más tarde en la playa jugando con la pelota junto a mi familia.


Sabemos que tuviste la suerte de entrenar con el primer equipo, cuéntanos ¿cómo fue esa experiencia? ¿Qué tal con los jugadores? ¿Muchos nervios y mucho trabajo duro?

Tuve la suerte de entrenar dos veces con el primer equipo. La primera fue en 2008 cuando tenia 16 años. Justamente me llamaron cuando peor me estaban yendo todo y eso fue una gran sorpresa que me dio mucha ilusión de cara al futuro. Realmente pensar que hace 2 años estabas en Barcelona jugando unas “pachangas”…La verdad es que el cambio fue drástico. Pensé: “¡Vaya salto que he pegado en dos años!” Fue una experiencia increíble. Estaba Javier Aguirre de entrenador.

La segunda vez fue en 2010 con 18 años. Era pretemporada y me llamó Quique Sánchez Flores. Yo estaba entrenando con mi equipo a las 17h de la tarde en agosto y a las 17:30h vino Amorrortu, que era el director de la cantera en ese momento, y me dijo que me tenía que ir porque iba a entrenar con el primer equipo. Me fui corriendo, ya que resultaba que estaban todos en el vestuario esperándome. Lo cual fue bastante chocante porque pasabas de la nada a de repente tener a una serie de estrellas en un vestuario que veías por la tele y te estaban esperando a ti. Eso es increíble. En ese vestuario estaban Kun Agüero, Forlán, Simao, Filipe Luís, Diego Costa, De Gea…Estuve bastante más nervioso que la primera vez. Con 16 años te da todo igual y en cambio con 18 ya eres más maduro y sabes lo que significa eso. Además notaba más presión en ese entrenamiento.


¿Cuántas veces entrenabas y jugabas?

Tampoco es algo muy exagerado: Entrenaba de lunes a jueves 1:30h-2h cada día de 17h a 18.30h (a veces hasta las 19h) y los sábados jugábamos el partido. Si este era un domingo entrenábamos el sábado a las 10h de la mañana, lo cual era lo peor de todo. No podías disfrutar ni del viernes, ni del sábado por la noche.


Has dicho que no podías disfrutar un viernes. ¿El fútbol te ha limitado en algunos aspectos de tu vida?

Sí, claro. Me ha limitado muchísimo. No me arrepiento mirando atrás aunque tampoco era mi elección, pero deje de hacer algunas cosas, sin embargo, también hacia otras mejor. Tal vez en ese momento no lo valoras tanto como ahora. En esas circunstancias piensas más en lo que estás dejando de hacer que en lo que estás viviendo y ahora que han pasado los años me doy cuenta de que tal vez tendría que haber sido al revés: Que hubiese valorado más lo que estaba haciendo que lo que estaba dejando de hacer, porque lo que dejaba de hacer al final son tonterías, nada relevante de lo que te pueda aportar la vida. Dejé de hacer muchas cosas en el sentido de que es la mejor época de la juventud y sacrifiqué muchísimas horas, tiempo, veranos, fiestas, cumpleaños…Un poco de todo cuando en esa edad lo que más hay que hacer es disfrutar. Yo no pude al máximo, pero cosas peores pasan en la vida.


¿Has sido convocado alguna vez para jugar con la selección u otro equipo de este estilo?

He sido convocado para participar en algunos entrenamientos con la selección de Madrid. Estuve sobre todo en el segundo año del Adarve en Cadete A porque estaba haciendo una gran temporada, como ya había dicho antes, y me convocaron para hacer algunos entrenamientos en los que coincidí con algún jugador como, por ejemplo, Morata o Carvajal, que ahora son bastante conocidos. También estuvieron a punto de llamarme para jugar cuando era Juvenil de segundo año, pero, como ya he mencionado, tuve la lesión de la pubalgia y no me pudieron llamar.


¿Qué jugadores con los que hayas tenido la suerte de jugar en tu equipo siguen en categorías altas o han llegado a primera división?

En el Adarve coincidí con Nacho Maganto que el año pasado jugaba en los Ángeles Galaxy. Ahora está buscando equipo, pero ha llegado hasta arriba. En el Atletico de Madrid muy pocos de mi generación han podido llegar a la cima. Conocidos: Oliver Torres, Saúl Ñíguez, que ahora juega en el Atlético y es titular, Manquillo, que se encuentra en el Marsella, David Soria, que ahora juega de portero en el Sevilla, Luis Ruiz, que está en el Leganés, que va primero en segunda división así que es muy probable que vaya a subir a primera división…poca gente en realidad. Han llegado a debutar algunos en primera división, pero luego no han tenido más oportunidades

Concreta, ¿por qué dejaste de jugar en el Atlético de Madrid?

Después de unos años supimos las razones de todo. Hay varios factores que influyen en la decisión. El primero, antes de empezar en Juvenil A, ellos tienen una idea muy clara conmigo: o yo doy un salto importante, porque soy un jugador que destaca más por la calidad que por el físico, o probablemente yo no seguiría o no me darían la oportunidad para saltar, por ejemplo, al segundo equipo. Si no que me enviarían al tercero. En ese momento el equipo tenía Atlético de Madrid C que jugaba en Tercera División. Eso fue el primer factor. Mi temporada fue regular al principio y fue muy buena después, justo antes de la lesión. Antes de ese bache yo estaba realmente en el mejor momento de mi carrera futbolística. La lesión llegó básicamente en mitad de la temporada. No estábamos haciendo un buen año, ya que quedamos octavos cuando el equipo tenia que luchar por el titulo y se decidió que, por ejemplo, de los 22 jugadores a 14 les dieron la baja. Por la mala temporada ya de por sí, por la lesión que no tuve los suficientes minutos como para seguir y no confiaban en mi físico y luego, también, un cambio de dirección en la cantera que hubo en junio justo antes de dar las altas o las bajas. Resulta que la nueva dirección de la cantera del Atlético de Madrid era la agencia de representantes que yo tuve hacia unos años y luego rechacé. Decidí rescindir el contrato con ellos y en forma de venganza supongo que tomaron la decisión de no contar conmigo. En resumen: la lesión, cambio de dirección en la cantera, mala temporada de todo el equipo y temporada irregular en mi caso.


¿Después, seguiste jugando? ¿En qué equipos?

Después de mi lesión volví a hacerme daño, como ya he comentado, en verano. Así que estuve todo un año entero sin jugar, lo cual obviamente perjudico muchísimo mi carrera, porque era justo el año en que tenía que dar el salto de juveniles al futbol profesional. Poca gente confiaba en una situación así, pocos clubes, y después de estar probando con varios equipos acabé jugando en el Sants, en primera catalana. Fue un fichaje a última hora porque yo ya no confiaba mucho y al final pues decidí aceptar y tuve un muy buen año la verdad. Al año siguiente, fiché por la Gramanet, que juega en tercera división. Así de categoría amateur es donde mas lejos he llegado en tercera división y donde volví a tener una temporada llena de lesiones. Finalmente, el año pasado, jugué en el Sant Ildefonso, también en primera catalana, que ha sido mi último equipo.


¿Alguna anécdota interesante o divertida que contar?

El primer entrenamiento que tuve con el primer equipo, por ejemplo, Éver Banega, que es un jugador que mucha gente conocerá, ya que juega ahora mismo en el Sevilla, no hacia absolutamente nada cuando estábamos estirando. Le llamaron la atención para que hiciera algo productivo y le daba todo igual y no hacia nada. No hacia caso a nadie. Tenía unos 20 años y sorprendió su comportamiento, porque pensé que esto de profesional no tenía nada.


Como segunda, la mas divertida, con el primer equipo. A la hora de entrenar estábamos haciendo un ejercicio de introducción al entrenamiento; el calentamiento. había que hacer el típico juego de grupos de 4 y todo el mundo se juntaba. Los que quedaban libres tenían que “pringar” y hacer flexiones. Todo iba bien, pero más tarde pidieron grupos de 3 y yo me quedé solo. Me empecé a esconder en un grupo, que no me acuerdo ahora mismo ni quien estaba, y en el grupo de enfrente estaba Kun Agüero y salió y dijo: “¡Eh eh! El nuevo, el chaval, ¡que se está escondiendo! Se lo dijo al preparador físico y me delató. Tuve que hacer el ridículo y añadió “que haga 5 flexiones de más” y el preparador físico le hizo caso y tuve que hacerlas.

¿Tienes pensado seguir trabajando en algún ámbito deportivo?

Yo he estudiado marketing estos últimos 4 años. Lo iba compaginando con el fútbol y este año he estado viviendo en California, donde me he especializado más en la gestión deportiva. Me gustaría hacer algo relacionado con el deporte y la empresa, porque son las dos cosas que me gustan. Ahora me voy a ir a Charlotte a trabajar con una empresa que se dedica a esto y tengo muchas ganas de empezar. Como proyectos futuros, en algún momento de mi vida me gustaría crear una nueva empresa que una estos dos conceptos y ya veremos que puede salir. De momento, sé qué es lo que más me gusta y a lo que probablemente me quiera dedicar.


 
 
 

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