DESTAPANDO LOS SECRETOS DE IN LOVE WITH
- Anna Lázaro
- 16 mar 2016
- 7 Min. de lectura

Foto: Local In Love With Barcelona - tomada por Anna Lázaro
Con solamente 23 años, Miriam Verdú ha conseguido llegar muy lejos. La propietaria de la tienda de ropa y complementos, Inlovewith, situada en el barrio de Gracia de la ciudad condal, ha conseguido mucho más que gente que lleva en este sector de la moda desde hace décadas. Esta pequeña “tiendecita”, tan conocida por las jóvenes, ha conseguido, con tan solo 1 año y medio, ser un gran éxito. Nuovo ha tenido el gran placer de poder entrevistar a esta amable y dinámica joven, para poder entender como esta chica ha podido crear de la nada y ella sola este negocio.
Su madre fue un elemento clave para la apertura del establecimiento. Le quitó a la dueña el miedo de abrir el negocio por el hecho de ser tan joven, en un momento en el que nuestro país se encuentra en plena crisis. “Lo único que podía perder era dinero, y esto va y viene. Tú al menos has realizado algo que te ha hecho ilusión, pero siempre tienes tiempo de rectificar. Sin embargo, en este caso me salió bien la cosa” afirmó con seguridad Miriam Verdú.
Todo se inició cuando Verdú, estudiante de fotografía de moda y publicidad, comenzó a hacer unas pequeñas “pulseritas" para su pareja. Todas las pulseras contenían un ancla, de ahí procede el porqué del logotipo, ya que como comenta Miriam Verdú: “en ese momento estaba muy de moda el “rollo marinero” y mucha gente, al vérmela puesta, me las iba pidiendo. Primero mis conocidos más cercanos, y seguidamente amigos de amigos”. Después siguió con la apertura de una cuenta en Instagram para promocionar sus pulseras, porque vio que esta red social movía mucho negocio. Además decidió expandirse haciendo estampados en unas camisetas que eran muy top en ese momento. No se imaginaba que triunfaría tanto, pero estaba claro que tenía un cierto éxito, a causa de que se estaba hasta las dos de la mañana haciendo pulseras. Entonces, empezó a vender por Internet y se percató de que las clientas, que eran de la ciudad de Barcelona, pedían probarse el producto. De este modo, la propietaria de Inlovewith decidió buscar un local para que las chicas pudieran verse con las prendas puestas.

Foto: Anna Lázaro entrevistando a Miriam Verdú
El momento de buscar el local no fue muy complicado según Miriam Verdú, ya que el lugar donde se encuentra la tienda fue el primero que visitó. Le gustó a la primera y decidió no buscar más. Incluso ya imaginaba en su cabeza, el lugar en el cual iría cada cosa. Por un lado, ahora, la dueña de este local en el barrio de Gracia, tiene planes de hacer de su tienda una franquicia. Aunque podría hacerlo, prefiere esperar un par de años a que esté todo mucho más sólido. El siguiente establecimiento que Verdú abriría sería en Madrid o Zaragoza, porque considera que son unos puntos de venta muy fuertes. Por otro lado, no descarta en cambiarse de establecimiento de aquí a un tiempo. Verdú considera que en comparación con otras compañías y marcas está por encima en algún sentido. Es muy diferente ver una imagen, como las de la competencia online, que puede tener los mismos productos que tú a un menor precio, sin la ventaja de poder verlo en una percha y probártelo. “La gente no tiene en cuenta que tu pagas un local físico con luz y agua, y de que tienes a una persona delante que te atiende, te aconseja y te ayuda. Hay gente que te menosprecia y te pisa” añadía la dueña de la “tiendecita”.
Las ventas online son cada vez más potentes para la propietaria, ya que hasta realiza envíos a países de toda Europa como Austria y Suiza. Cada semana hace unos 50 pedidos con un promedio de casi 100 euros por clienta. Aunque posee cuentas para la marca en Facebook y Tumblr, sobre todo destaca Instagram. Al principio contrataba un fotógrafo para las fotos de su página en la conocida red social, pero con el tiempo notó que las chicas preferían fotos más sencillas, con modelos más corrientes. En estos momentos las únicas modelos que aparecen en la página de la tienda son de fotos Miriam Verdú y de una amiga suya que la ayuda a llevar el establecimiento. De este modo, las clientas podían verse identificadas con el mensaje que intenta enviar la marca de proximidad, al ser una pequeña tienda. “Estamos conectando mucho con la gente porque nos ve muy cercanos. La gente que nos sigue es normal, y sale de fiesta y va a sitios corrientes” afirma Verdú. Sin embargo, también añade que “Snapchat cada vez resulta mejor para promocionarte, para enseñar muchas fotos en un día, en vez de en “Insta” colgar 3 fotos al día. La gente hace screenshots en cada foto porque le gusta lo que ven, y hay hasta 500 personas que las están viendo cada día. Es todo mucho más rápido” nos dice Miriam Verdú.

Foto: Tienda In love with - tomada por Anna Lázaro
Verdú vende un tipo de producto muy variado donde destacan los básicos, porque cree que son muy necesarios y muy buscados. La tienda en sí está ordenada por colores, de este modo, es mucho más fácil ir directamente a por la prenda que buscas. Es amante de los colores, por esta razón las prendas en la tienda están separadas y ordenadas por tonalidades. Además tiene una gran variedad de complementos como: bolsos de piel, que imitan a las grandes marcas, gafas de sol, zapatos, pendientes, collares… “La mayoría de cosas que vendo, para ser una tienda de ropa, son zapatos y bolsos. Es algo curioso, pero la verdad es que está bastante bien proporcionado”. Es necesario añadir que un gran porcentaje de las compradoras de la tienda vienen por sus exclusivos vestidos de fiesta. Verdú incluso tiene clientas que visitan semanalmente la tienda, para poder observar y seguir al detalle las prendas novedosas que llegan. “Yo pienso que mis compradores tiene una cierta adicción al venir a mi tienda, porque saben que cada semana tengo productos diferentes y saben que se agotan. Se crea un cierto morbo y dependencia, como una pequeña droga” comenta Miriam Verdú.
El precio medio de las prendas es de unos 15 euros. Esa es una de las características que más gusta a las clientas de Inlovewith. El target de la tienda oscila entre chicas jóvenes de entre 13 y 25 años. Incluso algunas veces, las madres y abuelas que viene a acompañar a las jóvenes a comprar, acaban comprando algún producto de vez en cuando. Los productos son la mayoría bastante amplios y abiertos, de este modo no limitan el tipo de cliente. La tienda, según Miriam Verdú “destaca por el precio económico, ya que las chicas jovencitas se pueden permitir comprarse su modelito para salir de fiesta el fin de semana cuando reciben la paga”. También, considera que la exclusividad de los productos que ofrece el establecimiento es muy importante. Encuentra mucho más rentable que vengan las chicas con sus madres o sus abuelas, porque sabe que van a poder comprar muchas más cosas. Normalmente se suelen gastar unos 60 euros.

Foto: tienda In love with - tomada por Anna Lázaro
Las marcas en las que se fija Inlovewith, para después comprar sus productos, es principalmente Brandy Melville. Verdú se dió cuenta de que el 60% de las clientas que entraban a la tienda, llevaban una bolsa de la conocida marca italiana. “Opino que la mayoría de clientas hacen un triángulo cuando vienen a comprar. Primero se van al Brandy de Rosselló, después pasan por Subdued y por último a mi tienda. También la mayoría viene de la calle Amigó de la zapatería Un Paso Más”. Son focos para la marca, porque tienen estilos muy similares. Aunque no sigue una tendencia exacta siempre hay una prenda en concreto que gusta mucho. Una de las prendas estrellas de este año ha sido el mono multiposición, que estaba en una gran gama de colores, pero los que más han triunfado son el blanco y el negro. La gente que frecuencia la tienda no se complica. Este verano Verdú considera que se venderá mucho una camisa con mangas anchas que también está en muchos colores. “Es sorprendente como una prenda que te piensas que no se va a vender muy bien, se agota rápidamente, o al revés, algo que piensas que se venderá muy bien, no se vende” dice Verdú. Hay mucha variedad de clientas y de gustos, y por eso la jefa de Inlovewith es prudente y no se arriesga en el momento de hacer los pedidos al proveedor. Primero hay que comprar una pequeña cantidad del producto y hacer una especie de prueba para ver como funciona. Aunque también comentó que a la larga todo se vende. Una cazadora que llevaba en la tienda más de un año, realizó una nueva foto y la colgó en Instagram, y la gente se peleaba por ella.
A nivel estético y de decoración, la tienda, al principio, quería dar una imagen de algo rústico y moderno a la vez, pero la dueña de esta pequeña y a la vez gran tienda, considera que aún no consigue mostrar la idea que quería. Ha pensado en contratar a un experto en la materia que le consiga tener el local que sueña.
Miriam Verdú es una joven ambiciosa que dedica al completo y plenamente su vida a su tienda Inlovewith. No considera que haya llegado al éxito total todavía, porque aún solo abarca a la clientela de la zona de Barcelona, al menos en su tienda física. Lo que ella tiene en mente no es quedarse con esta pequeña tienda, sino hacer esta idea en mayores dimensiones y de una manera mucho más ambiciosa.

Foto: Miriam Verdú en la tienda - tomada por Anna Lázaro
Verdú incluso da la oportunidad a las pequeñas marcas que empiezan a surgir de promocionarse en su establecimiento, si su producto encaja con su imagen. Esos fueron sus inicios y quiere ofrecer ocasiones de expandirse en estos pequeños proyectos.
La propietaria de Inlovewith ha tenido que esforzarse y tener mucho valor para tirar este proyecto adelante. Aconseja a los novicios, que desean realizar la misma idea de crear una tienda que “no se lancen a la aventura directamente. Primero hay que ver, por ejemplo en un market, si gusta lo que vendes. También hay que tener un punto de apoyo, ya que este trabajo es muy esclavo. Estás más horas aquí que en tu casa y no tienes apenas tiempo para tus cosas”.
Tener una tienda propia siendo tan joven, no es una tarea fácil. Está claro que Miriam Verdú se lo ha montado realmente bien para tener este maravilloso negocio que va “viento en popa”.
Comments